El Comité Ejecutivo del CMI ha emitido una declaración que pide calma y sabiduría, tras seis semanas de enfrentamientos por la provincia de Nagorno Karabaj (Artsaj), suspendidos a raíz del acuerdo anunciado entre los dirigentes de Azerbaiyán, Armenia y Rusia. El Comité Ejecutivo celebra el cese del derramamiento de sangre y de la destrucción, e insta al establecimiento de una “paz duradera basada en la justicia y los derechos humanos para el pueblo de Nagorno Karabaj (Artsaj) y de toda la región”.
“Nos unimos a Su Santidad Karekin II, patriarca supremo y católicós de todos los armenios, en su oración por la sabiduría, la unidad y la calma”, dice el comunicado. “Nos compadecemos de quienes han sufrido pérdidas tremendas, no solo durante los enfrentamientos reiniciados el 27 de septiembre, sino a lo largo de la larga lucha por la autodeterminación vivida en la región, donde cada preciosa vida perdida ha afianzado el antagonismo”.
El CMI se solidariza con las comunidades armenias amenazadas por este resurgimiento del genocidio contra su pueblo. “Alabamos y secundamos el constante ministerio y testimonio de las iglesias de la región, y oramos para que los dirigentes eclesiales tengan la fuerza y la sabiduría necesarias para guiar a sus comunidades en esta crisis”.
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